En el año 2018, la ISO (Organización Internacional de Estandarización) publicó la nueva Norma Internacional para que las organizaciones educativas orienten sus esfuerzos para la mejora continua del servicio educativo que prestan, configurándose como una gran oportunidad pensada mayormente en beneficio de los estudiantes
Esta Norma le permite a una institución u organización educativa orientar su Proyecto Educativo Institucional con base en los principios que plantea, los cuales son: a) enfoque a los estudiantes y otros beneficiarios; b) liderazgo visionario; c) compromiso de las personas; d) enfoque a procesos; e) mejora; f) toma de decisiones basada en la evidencia; g) gestión de las relaciones; h) responsabilidad social; i) accesibilidad y equidad; j) conducta ética en educación; k) seguridad y protección de datos.
Este sistema presenta retos importantes donde la responsabilidad social, la protección de los datos, la seguridad, el manejo de las comunicaciones, la atención a las necesidades educativas especiales, las barreras para el aprendizaje y la participación, el ambiente educativo y el servicio que se presta a la primera infancia; la investigación, se constituyen en pilares fundamentales que antes no se abordaban en ninguna otra Norma Técnica, lo cual la hace muy especial.


Es una norma aplicable a cualquier nivel educativo donde el servicio se basa en un proceso que apoya la adquisición y el desarrollo de la competencia de los estudiantes a través de la enseñanza, el aprendizaje o la investigación.
Es una norma que invita a pensar a la escuela como organización estableciendo, desarrollando y manteniendo un plan estratégico para el logro del horizonte institucional, apoyando la implementación sostenida de su visión, garantizando que los requisitos de los estudiantes se respeten incluyendo las necesidades especiales que se identifican y orientan.
Así mismo, es una norma que hace relevancia a la responsabilidad social que entraña la prestación del servicio educativo, que por naturaleza tiene un objeto social; sin embargo, esta Norma, hace énfasis en que la responsabilidad de una organización educativa tiene impactos en sus decisiones y actividades y que ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tomando en consideración las expectativas de sus partes interesadas (estudiantes, padres de familia o acudientes, docentes, directivos, administrativos, comunidad, entidades gubernamentales, entre otros) para que se cumplan sus necesidades y expectativas conservando una adecuada práctica en la gestión de sus relaciones.